En los próximos días, se espera que el presidente Donald Trump firme restricciones migratorias radicales en respuesta a la recesión económica que ha enfrentado el país. Las nuevas restricciones de visa de trabajo limitarán la cantidad de inmigrantes autorizados a trabajar dentro de los Estados Unidos legalmente. En Abril, la administración suspendió algunas formas de inmigración citando "el impacto de los trabajadores extranjeros en el mercado laboral de los Estados Unidos, particularmente en un entorno de alto desempleo interno y una demanda deprimida de mano de obra" y las presiones asociadas con un sistema de salud ya abrumado debido a una falta de preparación por parte de los gobiernos federales y estatales.
La orden de Abril suspendió a los inmigrantes que solicitaron tarjetas verdes y otras visas por casi 60 días, en espera de otra evaluación al final de ese período. Los demócratas critican las acciones como antiinmigrantes ya que estas medidas aumentarán la angustia económica de los Estados Unidos. Algunos restricciones de inmigración también expresaron su desdén por la medida por no suspender los programas H-1B y H-2B que permiten a los trabajadores invitados. Los líderes empresariales han abogado por continuar dichos programas, ya que continúan siendo vitales para la recuperación empresarial, mientras que otros argumentan que le han quitado empleos a los trabajadores estadounidenses.
El secretario de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo en Abril que se tomarán medidas adicionales antes de que expire el plazo de 60 días en los próximos días. En un artículo de NPR, algunas fuentes declararon que las visas H-1B, H-2B, L-1 para ejecutivos de negocios y J-1 para programas de enseñanza e intercambio se suspenderán indefinidamente por el resto del año. La Federación de Reforma de Inmigración Estadounidense había expresado previamente sus preocupaciones sobre la inmigración y esos pasos adicionales reflejarán las prioridades de dichos grupos. En Abril, el grupo escribió en una carta al presidente "Estas visas, especialmente H-1B, H-2A, H-2B, L-1 y J-1, son innecesarias dadas las condiciones económicas que enfrentan los hogares estadounidenses ", dijo el presidente de FAIR, Dan Stein.
La orden ha tenido algunos ejecutivos de negocios que argumentan en contra del programa como restrictivos para una recuperación económica justa y rápida que el presidente dice querer abordar. “A medida que la economía se recupere, las empresas estadounidenses necesitarán garantías de que pueden satisfacer todas sus necesidades de fuerza laboral. Para ese fin, es crucial que tengan acceso al talento tanto a nivel nacional como de todo el mundo ", escribió Thomas Donohue, CEO de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, a Trump.
Tales acciones de la administración son contraproducentes para el éxito de la nación y, en última instancia, causarán un mayor discurso económico en medio de la pandemia de Covid-19.
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